Descripción:
Este libro examina los cambios, continuidades y contradicciones en el sindicalismo mexicano desde los años ochenta. Por un lado, como consecuencia de las reformas económicas y los cambios en la política laboral del gobierno, el movimiento sindical declinó en su tamaño, poder de negociación y peso político. Por otro, la democratización amplió las opciones de los trabajadores en las urnas y el pluralismo político en el sindicalismo. Algunos sindicatos incrementaron sus recursos de poder a través de las alianzas con sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos. Pocos, ubicados en actividades estratégicas, ganaron autonomía y preservaron sus derechos y privilegios. Inscrito en los debates sobre el papel de los sindicatos en la democratización política, este libro contribuye a una mejor comprensión del sindicalismo en América Latina.