Descripción:
La inequitativa distribución del ingreso impide que cerca de dos terceras partes de la población económicamente activa en México tenga una holgura en su capacidad de compra que le permita cubrir más allá de sus necesidades básicas, mientras que una tercera parte no satisfacen siquiera sus requerimientos alimenticios. La minimización del Estado impuesta por el modelo neoliberal ha alejado así el propósito de construcción de un Estado social. Dinamizar e incrementar el mercado interno es la alternativa que requiere el país dado que el modelo vigente de depender de la demanda externa no ha dado los resultados suficientes, ni necesarios. La intervención del Estado, con el propósito de mejorar las condiciones sociales vuelve a ser un imperativo de lento crecimiento global que se mantendrá a mediano plazo, mientras la desigualdad y la pobreza crecen sin límite. Entre las opciones de acción gubernamental parece necesaria una fiscalidad que logre una distribución más equitativa. No se trata sólo de crecimiento económico sino de desarrollo social.