Descripción:
¿A dónde nos lleva el viaje? A patrias desconocidas, a territorios imprevisibles. Los que vinieron a México en el periodo de 1910 a 1938 son un ejemplo estupendo de ello. Algunos viajeros se alinearon escrupulosamente al paisaje mexicano y establecieron coordenadas para delimitar las diferencias entre el campo y la ciudad; el resultado de las observaciones fue que, lejos de la urbe, en sus provincias, se encontraba el México profundo, indígena, de grandes sembradíos de maíz y caña de azúcar, plátano y café, un mundo que los impresionó a fondo.