Descripción:
Quien pensara hallar en los Sueños de Francisco de Quevedo un laberinto de imágenes y símbolos oníricos, un país de nebulosos y fantásticos paisajes, un mundo en fin donde la realidad objetiva perdiese sentido y sólo existiera para el visionario un mágico ámbito interior; quien pensara encontrar una auténtica expresión de sueños, se decepcionaría casi de inmediato. Los Sueños tienen muy poco -casi nada- de